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Frosinone Latina Rieti Roma Viterbo
El Lacio es una región predominantemente montañosa, con numerosos lagos de origen volcánico. La poca llanura se concentra sobre todo en el Agro Pontino; las montañas más altas son apenínicas, con el Monte Terminillo ofreciendo espléndidos panoramas. De esta región he visitado dos veces la parte septentrional, además de Roma, la ciudad más bella del mundo. El “Litoral Viterbese” es arenoso, con una playa de color oscuro y, en las ocasiones en que me he alojado, especialmente ventoso; la Costa de Ulises, en la provincia de Latina, es para mí un mundo aún por descubrir, con playas color ocre entre las más renombradas del mar Tirreno. Frente al golfo de Gaeta, las Islas Pontinas. La cocina del Lacio es especialmente sabrosa, con primeros platos para chuparse los dedos; mis favoritos son los Bucatini all’Amatriciana y los Tonnarelli Cacio e Pepe. Entre los vinos destacan los blancos, con los Castelli Romani sobre todos.

Superficie: 2256,02 Km² Población: 566.485 Municipios: 33
Sermoneta: Castillo Caetani
Sermoneta: Castillo Caetani



Callejones medievales del centro histórico
Panorama del pueblo desde la Llanura Pontina
La Fachada que da a la llamada "valle del ruiseñor"



Panorama del pueblo y de los Montes Lepinos
Pasillos cubiertos del Claustro
Jardín interior del Claustro



Templo de Júpiter Anxur: Hipótesis reconstructiva del Templo Mayor
Templo de Júpiter Anxur: el complejo de la Terraza Menor
Playa y paseo marítimo. Al fondo el sol se pone sobre el Promontorio del Circeo

Superficie: 5365,77 Km² Población: 4.230.292 Municipios: 121
Roma: Foro Romano
Roma: Foro Romano



Partiendo de la Columna de la Inmaculada Concepción, después de algunos minutos y una botellita de agua con gas, llego a la Fontana di Trevi, la más grande de la capital. Este monumento del barroco romano, deseado por el Papa Clemente XII, fue terminado en la segunda mitad del siglo XVIII según el proyecto del arquitecto Nicola Salvi. La gran pila representa solo una parte del complejo arquitectónico que está constituido por rocas y esculturas de mármol, entre las cuales destaca la que representa al dios griego Océano, Titán del mar. Lo que más me impresiona de la Fontana di Trevi, además de la imponente estructura que ocupa casi toda la plaza, es el contraste cromático entre las transparencias del agua y el cálido color de los acantilados de travertino poblados de caballos marinos alados. La gran multitud me impide tomar fotos en solitario y los guardias municipales tienen bastantes dificultades para hacer respetar las reglas. Antes de irme, lanzo una monedita al agua, porque según la tradición, quien lo hace volverá a Roma.
Como gran apasionado de la historia, primero del Risorgimento y luego del siglo XX, esperaba con ansias la visita al Vittoriano. Al llegar a la plaza Venezia, que debe su nombre al hecho de que en el siglo XVI aquí estaba la sede de la Embajada de la República de Venecia, me impresiona ante todo la amplitud de los espacios. Aquí, durante el fascismo, tuvieron lugar históricas concentraciones; y fue desde el balcón del Palacio Venezia que el 10 de junio de 1940 Mussolini, declarando la guerra a Francia e Inglaterra, decretó la entrada de Italia en la Segunda Guerra Mundial. Al llegar frente al Altar de la Patria, me detengo un minuto ante el monumento al Soldado Desconocido custodiado por dos marineros. Entro en el Vittoriano, llamado así porque fue construido en memoria de Víctor Manuel II, Rey de Italia. Visito tanto el Museo del Risorgimento como la sala Zanardelli, que alberga una exposición sobre la vida de la actriz Anna Magnani. Salgo al aire libre, en la cima de la escalinata donde puedo admirar de cerca la estatua del Rey a caballo; y si a mis espaldas tengo las columnas de mármol de este fascinante complejo, delante de mí el viento ondea la bandera tricolor.
Entro en la ciudad eterna desde el norte y me dirijo hacia Villa Borghese, el parque público creado en 1600 por el cardenal Scipione Borghese. Encuentro lugar para el coche en el gran aparcamiento subterráneo; bajo al metro para ir al centro y lo encuentro cerrado. ¿Tragedia? ¡No, suerte! Caminar por Roma es maravilloso a pesar de las grandes distancias de un lugar a otro. La primera parada es Piazza di Spagna, con el pavimento de pórfido pisado por una multitud de turistas. En el centro de la plaza la célebre Fontana della Barcaccia, realizada en 1629 por el escultor Pietro Bernini. No es la clásica pila de forma geométrica sino una verdadera obra de arte con forma de antigua embarcación fluvial. Tomo varias fotos donde demasiada gente cubre la transparencia del agua y las decoraciones de travertino; en todas las fotos estoy "en compañía" de un vendedor de rosas ceilandés. A mis espaldas la escalinata de Trinità dei Monti, más allá de la fuente Via Condotti, la calle más chic de la capital. Por el momento decido ignorarlas a ambas para vagar entre los callejones del barrio Colonna.

Superficie: 3616,26 Km² Población: 308.187 Municipios: 60
Viterbo: Plaza San Lorenzo
Viterbo: Piazza San Lorenzo



Obras maestras del arte etrusco en el Museo Nacional de Tarquinia
Entrada al "Pueblo Fantasma"
La "Ciudad que muere" vista desde el puente